Villa Pilita es un pueblo imaginario, en el que la frase “Pueblo chico, infierno grande”, cobra real dimensión. Los pocos habitantes de este pueblo, se ven envueltos por situaciones inusuales que los enfrentan entre sí y ponen en duda su moral. No hay héroes, ni grandes epopeyas, sólo pequeñas ambiciones que a través de la pasión desmedida de sus protagonistas, llegan a resolverse de manera absurda, y otras tantas, de manera trágica. En Villa Pilita todo es posible, sus habitantes, sin advertirlo, terminan siendo presa de los mitos y leyendas, que aquí se hacen realidad.
Todo comienza en el falso velorio de Rodrigo, donde empiezan a entreverse las internas entre los vecinos. A lo largo de los capítulos, nos vamos adentrando en las historias particulares y descubriendo nuevas intrigas que los llevan a situaciones extremas. El pueblo convulsionado ya, pone de manifiesto sus más antiguos rencores y miserias personales. Todo es discordia y enfrentamiento, pero finalmente y aparentemente, por intervención divina, la paz y la armonía entre ellos, aparecen como una posibilidad.
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